PEARL EARRINGS

Hoy vamos a hablar del origen de los pendientes en general y de los pendientes con perlas.

Vamos a remontarnos en el antiguo Egipto. Hace más de 6000 años los pendientes eran de uso normal tanto para mujeres como para hombres, de hecho como ahora. Sobre todo eran usados por personas de clase alta como símbolo de riqueza y de poder, así pues, los faraones eran unos de los principales usuarios de pendientes.

En la antigua Grecia, las joyas empezaron a usarse mayormente entre la población sin distinción de personas adineradas. Poco a poco ya no solamente eran pendientes de metal sino que incorporaron en ellos piedras preciosas, perlas y un poco más adelante con diamantes.

A lo largo de la historia sabemos que el hombre usaba pendientes, por ejemplo los marineros, los piratas… toda esta información nos llega hasta el día de hoy a través de documentos escritos, de historias y de aventuras escritas en los libros.

También conocemos que las tribus africanas, sobre todo las mujeres llevaban pendientes muy muy grandes, muy vistosos, de madera y otros materiales que dilataban el lóbulo, el hecho de que el lóbulo este dilatado era para ellos un símbolo de feminidad.

Como curiosidad sabemos de un personaje muy importante en la historia, William Shakespeare, que llevaba un pendiente en la oreja izquierda. Hay quien dice que era para determinar su clase social y hay quien dice que esto era una imposición de los enamorados para llevar el mismo pendiente los dos.

Pero ahora nos vamos a centrar con los pendientes con perlas, las elegantes perlas son las joyas más amadas por las mujeres en todos los tiempos, es un regalo de la naturaleza, se habla también del poder de las perlas que ejercen sobre quienes las llevan consigo, se dice que son portadoras de la buena suerte y se consideran talismanes con mucho poder.

Las primeras perlas se encontraron mientras el hombre buscaba alimentos en las orillas del mar, los egipcios se hacían enterrar con ellas, los romanos las usaban como símbolo de riqueza y posición social y los griegos la estimaban por su belleza y la asociaban al amor y al matrimonio. En la edad media las doncellas de la nobleza las usaban y nos queda constancia de ello sobre todo en las pinturas, y en el Renacimiento, incluso llegaron a prohibir su uso a las personas que no pertenecían a la nobleza.

Pero además de todo esto, nos gustan porque los pendientes con perlas nos iluminan la cara y nos dan un toque de luz que hace que nos veamos relucientes.

Según mi criterio no hay persona a quien no le sientan bien. Siempre es un acierto!